Como defensor del multilateralismo, el Papa Francisco denunció los efectos nocivos de una forma de “colonización ideológica” en los organismos internacionales. En particular, apuntó a ideologías como la “teoría de género” y pidió a la comunidad internacional que prohíba la maternidad subrogada en nombre del respeto a la vida humana.
Cada mes de enero, el Papa saluda a los embajadores acreditados ante la Santa Sede y pronuncia un discurso en el que hace balance de los últimos doce meses en la escena internacional y pone en perspectiva los retos del año entrante.
En esta reunión, un embajador de un Estado miembro de la Unión Europea, mencionó que el Pontífice está “en línea con la posición adoptada por un gran número de países” de todo el mundo sobre esta cuestión.
Es “una constante en sus discursos”, señaló otro diplomático del Viejo Continente. “Pero el hecho de que nos lo recuerde es un dato”, apuntó.
De hecho, no es la primera vez que el Papa condena la maternidad subrogada. En junio de 2022, lo denunció como una “práctica inhumana y cada vez más extendida”, afirmando que equivalía a la explotación de mujeres “casi siempre pobres” y trataba a los niños “como mercancías”.