El papa Francisco experimentó una “ligera mejoría” en su estado de salud, aunque su pronóstico continúa siendo “reservado”, informó este miércoles el Vaticano, al cumplirse 13 días de su hospitalización debido a una doble neumonía.
“El estado clínico del Santo Padre en las últimas 24 horas ha mostrado una ligera mejoría”, señaló el Vaticano en su más reciente comunicado, destacando que el pontífice incluso estuvo “trabajando” durante la tarde.
Desde su ingreso en la clínica Gemelli de Roma el pasado 14 de febrero, la salud del líder de 1.400 millones de católicos ha sido motivo de preocupación. El fin de semana pasado, su condición se deterioró, encendiendo las alarmas dentro y fuera del Vaticano.
El martes en la noche, la Santa Sede informó que su estado seguía siendo “crítico pero estable”. Sin embargo, el parte médico de este miércoles mostró señales de optimismo.
“La ligera insuficiencia renal observada en los últimos días ha remitido” y la tomografía computarizada del tórax, realizada el martes, indicó “una evolución normal del cuadro inflamatorio pulmonar”, explicó el Vaticano.
A pesar de los avances, “el pronóstico sigue siendo reservado”, advirtió la Santa Sede, subrayando que el papa aún requiere “oxigenoterapia” y “fisioterapia respiratoria”.
La salud de Jorge Bergoglio ha generado una ola de preocupación y solidaridad en todo el mundo. Desde su Buenos Aires natal hasta la clínica Gemelli, se han elevado plegarias por su recuperación.
Por tercera noche consecutiva, decenas de fieles y cardenales se reunieron en la plaza de San Pedro para orar por su bienestar. Las escenas han recordado a las vigilias previas al fallecimiento de Juan Pablo II en 2005, aunque el cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga aseguró que “aún no es momento para que él se vaya al cielo”.
“Siempre rezamos por él y ahora redoblamos”, expresó Marcela Oviedo, de 55 años, durante una misa celebrada en Santa María Dolorosa, la iglesia nacional argentina en Roma.
