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21 de noviembre de 2024

ONU insta a los países a restaurar las tierras y los ecosistemas degradados

En vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente, el Secretario General de la ONU, António Guterres, adviertió sobre la pérdida de cosechas, la desaparición de fuentes de agua y el debilitamiento de las economías debido a la degradación de la tierra. “Los países deben cumplir todos sus compromisos para restaurar las tierras y los ecosistemas degradados”.

Por ello, Guterres instó a los países a cumplir con el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal y a aprovechar su nuevo plan nacional de acción por el clima para definir cómo detendrán y revertirán la deforestación de aquí a 2030. 

“La inacción nos está costando caro, pero las medidas rápidas y eficaces tiene sentido desde el punto de vista económico: cada dólar invertido en restaurar los ecosistemas genera hasta 30 dólares en beneficios económicos”, mencionó, enfatizando que es necesario aumentar drásticamente la financiación para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los fenómenos meteorológicos violentos, proteger la naturaleza y apoyar el desarrollo sostenible.

“Somos la Generación de la Restauración. Construyamos juntos un futuro sostenible para la tierra y para la humanidad”, dijo.

Según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, hasta el 40% de las zonas terrestres del planeta están degradadas, lo que afecta directamente a la mitad de la población mundial. El número y la duración de los periodos de sequía han aumentado un 29% desde el año 2000 y, si no se toman medidas urgentes, las sequías podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050.

“Pese a que la humanidad depende de la tierra, en todo el mundo, una combinación tóxica de contaminación, caos climático y eliminación de la biodiversidad está convirtiendo tierras sanas en desiertos y ecosistemas prósperos en zonas muertas”, advirtió António Guterres. “Se están aniquilando bosques y praderas, y se está minando la fuerza de la tierra para sostener los ecosistemas, la agricultura y las comunidades”.

El titular de la ONU señaló que, en consecuencia, se pierden las cosechas, desaparecen las fuentes de agua, se debilitan las economías y corren peligro las comunidades, lo que afecta más gravemente a los más pobres. 

Añadió que se trata de un “ciclo mortal”, pues el uso de la tierra es responsable del 11% de las emisiones de dióxido de carbono que calientan el planeta, las cuales, a su vez, potencian la desertificación. “Es hora de salir de este ciclo”, sentenció.

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