El jefe del Departamento de Ginecología Oncológica del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), David Isla Ortiz, afirmó que el cáncer cervicouterino en etapas tempranas llega a ser asintomático, de ahí que el tamizaje o la detección oportuna es fundamental.
Por ello, recomendó que toda mujer de 25 años de edad con vida sexual debe realizarse una prueba de citología cervical, y las de 35 en adelante una de virus papiloma humano (VPH) por PCR (Reacción en Cadena de la Polimersa, por sus siglas en inglés); los serotipos de alto riesgo son los 16 y 18, los cuales originan más de 80 por ciento del cáncer cervical.
El especialista en Cirugía Oncológica por la UNAM comentó que si bien el VPH es el que causa el 99 por ciento de este cáncer, hay factores internos que coadyuvan a que se desarrolle, por ejemplo el estado nutricional, tabaquismo, alcoholismo, estado inmunológico y otras causas como el Virus de la Inmunodeficiencia Humana, por lo que también la prevención puede consistir en tres medidas fundamentales como actividad física, control de peso y dieta balanceada.
Explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una estrategia para disminuir o erradicar el número de casos de cáncer cervicouterino llamada medida 90-70-90, la cual plantea “90 por ciento de cobertura de vacunación, además de 70 por ciento de mujeres tamizadas con pruebas de alta calidad, y 90 por ciento de cánceres diagnosticados tratados oportunamente”.