Por tercera ocasión seguida, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) recortó su tasa de interés en 50 puntos base, ubicándola en 8.50%, en un contexto en el que la inflación continúa su desaceleración y la economía global muestra señales de debilidad.
En una decisión unánime, el banco central señaló que México ha superado el episodio inflacionario más agudo y que ahora el objetivo es llevar la inflación desde los niveles actuales hacia la meta del 3%.
La inflación mundial mostró una desaceleración, especialmente en economías avanzadas, donde los índices general y subyacente han retrocedido tras repuntes a inicios de año; sin embargo, persisten riesgos como las tensiones comerciales entre potencias económicas; los conflictos geopolíticos que podrían afectar precios; y la volatilidad en los mercados financieros.
En México, la inflación general y subyacente se situaron en 3.93% anual en abril, manteniéndose por octavo mes consecutivo por debajo del 4%. No obstante, Banxico ajustó al alza sus pronósticos inflacionarios a corto plazo, principalmente por presiones en precios de mercancías.
La actividad económica en México mostró un crecimiento de apenas 0.2% en el primer trimestre de 2025, luego de una contracción previa. Ante este escenario, Banxico consideró que una política monetaria menos restrictiva es adecuada, aunque mantendrá cierto nivel de cautela.
El banco central no descarta nuevos recortes en próximas decisiones, siempre que la inflación siga convergiendo hacia su meta; sin embargo, advirtió que persisten riesgos, como posibles depreciaciones del peso; el impacto de políticas comerciales internacionales; y los efectos climáticos en precios.
Banxico reiteró su compromiso con la estabilidad de precios y señaló que continuará ajustando su política monetaria conforme evolucionen los indicadores económicos.