El llamado es claro, cerrar filas en torno a las medidas que impulse el Gobierno de México para contrarrestar las necias acciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta semana, pese a que nuestro país ha manifestado constantemente, y con firmeza, su intención y su voluntad de trabajar de manera conjunta en materia de seguridad y en materia comercial, posición que además ha respaldado con acciones como la entrega de 29 miembros del crimen organizado a las autoridades estadounidenses, el presidente de esa nación amenazó nuevamente con imponer de manera unilateral aranceles de 25 por ciento a los productos mexicanos.
No pasaron ni dos días para que, luego de una llamada con nuestra presidenta, en que se dejó clara la defensa de los intereses de México, el mandatario estadounidense decidió frenar las imposiciones.
Cabe señalar que el anuncio de la entrada en vigor de las nuevas tarifas se hizo en el marco de su primer mensaje dirigido a sus gobernados; pero antes, en los medios ya había circulado la versión de que pospondría un mes más la entrada en vigor de los aranceles.
Esta forma vacilante de tomar decisiones, de ir pateando el bote, de dar declaraciones airosas para sus seguidores, sugieren que el presidente Trump actúa de contentillo y eso lo hace peligroso, porque, en un mal día, puede tomar las peores. Sin embargo, incluso para esa posición, a veces imprevisible, el Gobierno de México tiene respuesta.
Desde la Cámara de Diputados, y como presidente del Congreso de la Unión, respaldaremos la firmeza, la inteligencia y el temple con los que la presidenta Claudia Sheinbaum defiende al pueblo de México.
Vale la pena reiterar que apoyaremos todas las medidas arancelarias y no arancelarias que eventualmente se determinen, porque sabemos que, como hoy dice una cosa, Trump se desdice mañana.
En todo el mundo, la respuesta a las acciones de Donald Trump es de repudio. El mandatario debe entender que el aumento en los impuestos por exportaciones desde otros países perjudica a los pueblos en ambas direcciones.
Desde México, refrendamos nuestro ánimo de colaboración, de entendimiento, de diálogo, no de subordinación. No somos un protectorado, somos un país soberano, un país grandioso.
La presidenta Claudia Sheinbaum tiene todo el respaldo del Poder Legislativo. Por ello, convocamos a todas y a todos los mexicanos al llamado que ha hecho para reunirnos este domingo 9 de marzo a las 12 del día en el Zócalo y escuchar el mensaje que tendrá que darnos como Jefa de Estado.
