El segundo mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, marcará una nueva era en las relaciones bilaterales con ese país y demandará posiciones firmes de nuestra parte, siempre privilegiando el diálogo constructivo y exigiendo un trato respetuoso.
Debemos celebrar la firmeza con la que la presidenta Claudia Sheinbaum ha respondido, siempre ofreciendo diálogo y colaboración, pero sin ceder en la defensa de la soberanía nacional.
Nuestra historia común con los Estados Unidos ha sido compleja, pero siempre ha prevalecido la convivencia pacífica. Como naciones soberanas que compartimos una de las fronteras más extensas del mundo, también compartimos retos complejos como la seguridad y la migración.
Reconocemos el derecho de nuestros vecinos de velar por la seguridad de sus ciudadanos, pero nosotros tenemos el mismo derecho y la obligación de garantizar los derechos humanos de nuestros connacionales en ambos lados de la frontera.
Debemos ser firmes ante las amenazas, pero también impulsar las acciones de cooperación pues son las únicas que pueden dar solución a los problemas comunes.
Como legisladores, hemos manifestado nuestra solidaridad y apoyo indiscutible para la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con la relación y las acciones que está tomando para recibir a todos los migrantes que sean repatriados y para brindarles todos los apoyos y oportunidades para que encuentren una vida mejor en México.
Estaremos listos para responder con eficacia, impulsando la legislación que se requiera para apuntalar las políticas públicas de nuestro gobierno en la colaboración internacional para la paz, el desarrollo sustentable, la protección de los derechos humanos, la integridad de nuestros paisanos y nuestra soberanía.
El tema de seguridad requiere ser abordado desde todos sus ámbitos a través de la cooperación entre ambos gobiernos y es necesario adoptar medidas sustantivas para debilitar a las organizaciones que adquieren el armamento ilegalmente desde EU.
Nuestro país reconoce la importancia de la relación con EU y estamos seguros de que el presidente Trump terminará por reconocer también la importancia de la relación con México.
La legitimidad que obtuvo la presidenta Sheinbaum en la elección es el eje de unidad ante cualquier adversidad o amenaza, debemos mantenernos así para reivindicar nuestra grandeza como nación.