Un reciente estudio de BBVA Research ha revelado que, en promedio, la población en situación de pobreza laboral en México pudo cubrir solo el 42.3% de la canasta alimentaria con sus ingresos laborales durante el primer trimestre de 2024.
La situación es especialmente crítica en estados como Baja California, Guerrero y Oaxaca, donde las personas en pobreza laboral pueden comprar menos de un tercio de la canasta alimentaria, destacando la severidad de la situación en estas regiones.
Aunque la diferencia entre las zonas urbanas y rurales ha disminuido desde el tercer trimestre de 2020, esto se debe a que la capacidad de compra de la población urbana se ha reducido. Anteriormente, las zonas urbanas tenían una mayor capacidad de compra, pero actualmente ambas zonas enfrentan dificultades similares para adquirir alimentos básicos.
El estudio también muestra una reducción en las brechas de género. En el segundo trimestre de 2006, los hombres en situación de pobreza laboral podían comprar el 46.9% de la canasta alimentaria, mientras que las mujeres solo podían adquirir el 33.7%. Para el tercer trimestre de 2023, estas cifras se han aproximado, con los hombres pudiendo comprar el 45.1% y las mujeres el 38.9%.
Comparando la situación a lo largo del tiempo, en 2005 una persona que no estaba en pobreza laboral y trabajaba en el sector formal podía comprar alrededor de 8 canastas de alimentos. Sin embargo, en el primer trimestre de 2024, con los mismos ingresos laborales, solo se pueden comprar 5.8 canastas, reflejando una disminución significativa en el poder adquisitivo de la población.
Estos datos subrayan la urgencia de implementar políticas públicas efectivas que mejoren los ingresos laborales y reduzcan la pobreza en el país, especialmente en las regiones más afectadas.