El domingo, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, emprendió un viaje a Estados Unidos para llevar a cabo negociaciones “cruciales” sobre la guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás en Gaza y las tensiones en Líbano con el grupo proiraní Hezbolá.
Este viaje se produce en un contexto de crecientes fricciones entre Israel y Estados Unidos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha instado a acelerar el proceso de desbloqueo del envío de armas y municiones por parte de Estados Unidos, un aliado histórico de Israel. Netanyahu ha criticado el retraso en el suministro de estos materiales en los últimos meses.
Durante una reunión con su gabinete, Netanyahu aseguró que este “desacuerdo” con Washington, que ha expresado su preocupación por el elevado número de civiles muertos en Gaza, será resuelto en breve. “A la luz de lo que he oído en estos últimos días, espero y creo que esta cuestión será resuelta en un futuro cercano”, afirmó el primer ministro.
En este marco de crisis diplomática, Gallant viajó a Washington para “abordar los acontecimientos en Gaza y Líbano”. “Nuestros vínculos con Estados Unidos son más importantes que nunca. Nuestros encuentros con los responsables estadounidenses son cruciales para la guerra”, afirmó Gallant en un comunicado.
La visita de Gallant subraya la importancia de la relación entre Israel y Estados Unidos en el manejo de conflictos regionales. Las discusiones se centrarán en la provisión de apoyo militar y la coordinación de estrategias frente a las amenazas en Gaza y Líbano.