Este martes, el grupo islamista libanés Hezbolá lanzó alrededor de 300 cohetes contra Israel, lo que provocó una respuesta inmediata del ejército israelí con bombardeos aéreos sobre bases de la organización en Líbano. Según el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, los ataques dejaron seis heridos, entre civiles y soldados, la mayoría de ellos con lesiones leves.
Este episodio ocurre en medio de una escalada de violencia en la región, con el movimiento palestino Hamás exigiendo a la ONU “una acción inmediata” para detener lo que califican como una “guerra genocida” contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. Hamás, que gobierna en Gaza, también rechazó cualquier posibilidad de nuevas negociaciones, alegando que dichas conversaciones solo ofrecerían una “cobertura” a Israel para continuar sus acciones militares.
La tensión en la región sigue aumentando, mientras Naciones Unidas intenta mediar para evitar una mayor escalada del conflicto que afecta tanto a Israel como a sus vecinos.