El líder de Hezbolá, Hasan Nasralá calificó el jueves de “declaración de guerra” las explosiones de dispositivos de comunicación que estallaron en bastiones de la formación proiraní en el sur de Líbano, dejando un saldo de 37 muertos y 3 mil heridos, según el Ministerio de Salud libanés. Nasralá atribuyó el ataque a Israel y prometió “duras represalias” y un “justo castigo” para el país vecino.
Las explosiones, que afectaron beepers y walkie-talkies entre el martes y el miércoles, ocurrieron en zonas controladas por Hezbolá. Durante la declaración televisada de Nasralá, aviones israelíes sobrevolaron Beirut, rompiendo la barrera del sonido. El líder de Hezbolá advirtió que Israel enfrentará represalias tanto “donde lo espera como donde no lo espera”.
Israel, por su parte, informó haber bombardeado una treintena de lanzaderas y otras infraestructuras utilizadas por Hezbolá para el lanzamiento de cohetes. Además, el ejército israelí confirmó la muerte de dos de sus soldados en enfrentamientos cerca de la frontera con Líbano.
La tensión entre Israel y Hezbolá ha escalado desde el inicio del conflicto en Gaza, con intercambios de disparos casi diarios en la frontera. El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant advirtió que el “centro de gravedad” de la guerra contra el movimiento palestino Hamás se está desplazando hacia el norte, en la frontera con Líbano.
Nasralá, quien expresó su apoyo a Hamás, afirmó que el combate de Hezbolá contra Israel “no terminará hasta el fin de la agresión en Gaza”, y aseguró que los desplazados en el norte de Israel no podrán regresar a la frontera. En respuesta, Gallant aseguró que las “acciones militares” israelíes contra Hezbolá continuarán.
Ante la creciente violencia, el primer ministro libanés, Najib Mikati pidió a la ONU que adopte una postura firme en su reunión del viernes para detener lo que denominó como “agresión israelí” y la “guerra tecnológica” contra Líbano.
Mientras tanto, desde Estados Unidos, el presidente Joe Biden expresó su optimismo sobre una posible solución diplomática al conflicto. “Es factible”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reiterando que la diplomacia es la mejor opción. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también instó a una “desescalada” en Medio Oriente durante una visita a París.