El resultado de las elecciones del 2 de junio ha delineado un nuevo panorama político en México. La ciudadanía otorgó una amplia mayoría a Claudia Sheinbaum y a Morena en las cámaras del Congreso de la Unión, marcando un hito en la historia reciente del país. Ante esta realidad, la oposición enfrenta el reto de redefinir su postura y estrategia política. Los tiempos políticos avanzan a un ritmo acelerado y, si la oposición no procesa rápidamente sus derrotas, corre el riesgo de ser arrollada no solo electoralmente, sino también marginada de los procesos más importantes de la sociedad.
Autocrítica y Redefinición Estratégica. En esta nueva etapa de la vida nacional, la oposición no solo debe ser crítica, sino también autocrítica. Es imperativo que deje a un lado la estrategia de descalificación, difamaciones y guerras sucias, ya que estas tácticas no han funcionado contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, ni contra los candidatos de Morena. La oposición debe reconocer que México necesita partidos mejor organizados que representen a los sectores de la población no identificados con Morena y sus aliados, pero que respetan las normas democráticas.
Un ejemplo de una nueva actitud de la oposición en el Congreso de la Unión sería apoyar las reformas constitucionales en materia de bienestar social y democracia propuestas por Claudia Sheinbaum. Estas incluyen becas para estudiantes de educación básica, pensiones para mujeres de 60 a 64 años, y aumentos de salarios y pensiones para profesores y trabajadores afiliados al ISSSTE, así como la eliminación de la reelección inmediata de legisladores.
No se trata de someterse a las directrices del gobierno, sino de mostrar una actitud proactiva y constructiva hacia los sectores populares de la sociedad. La oposición debe participar en el debate público con argumentos sólidos, demostrar que puede ser una fuerza colaborativa cuando se trata del bienestar social y la democracia, y actuar con responsabilidad política.
La Reforma Judicial y la Necesidad de un Discurso Constructivo.Uno de los temas más polémicos es la reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente López Obrador. La oposición debe mejorar su discurso y cambiar su actitud respecto a esta reforma. Si creen que con mensajes en redes sociales, reportajes de Carlos Loret de Mola, o campañas de desinformación podrán detener la reforma, están en otro universo. Existe una larga lista de mecanismos de resistencia civil pacífica que deberían considerar y poner en práctica.
En primer lugar, deben leer y analizar la reforma, identificar posibles consensos y hacerlos públicos. Documentar los disensos, no solo descalificarlos. La oposición debe dar la batalla legislativa con argumentos, aunque sean superados por los votos de la mayoría de Morena-PT-PV. La actitud crítica y analítica es fundamental para ganar credibilidad y apoyo de la ciudadanía.
Lecciones del Pasado y la Importancia de la Sensibilidad Política. Aún recuerdo los buenos tiempos del PRD, en diciembre de 1991 y enero de 1992, cuando Carlos Salinas de Gortari recuperó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y aprobó sus reformas estructurales. El PRI y el PAN superaban con mucho las mayorías constitucionales en ambas cámaras del Congreso de la Unión. Sin embargo, los 41 diputados federales perredistas y los dos senadores dieron una de las batallas parlamentarias más memorables, que quedó registrada en el Diario de los Debates del Congreso.
El PRD ya no existe como partido nacional, pero este ejemplo debería servir como inspiración para la actual oposición. Si los partidos de oposición, sus militantes y dirigentes no son sensibles al mensaje de las urnas y a la nueva realidad del país, se irán al basurero de la historia. La política es una actividad humana que da varias oportunidades. Ojalá y la oposición no desaproveche esta que aparece ante sus ojos, porque quizás será la última.
La oposición debe asumir el papel de un agente de cambio responsable. En lugar de ser una barrera infranqueable para las propuestas del gobierno, debe convertirse en una fuerza que impulse el diálogo, la negociación y la búsqueda de soluciones consensuadas. Este es un momento crítico para demostrar que pueden contribuir constructivamente al desarrollo del país, incluso desde una posición de minoría.
Es crucial que la oposición se organice mejor y presente propuestas claras y bien fundamentadas. Deben ser la voz de aquellos sectores de la población que no se sienten representados por Morena y sus aliados, pero siempre dentro del marco de la legalidad y el respeto a las instituciones democráticas.
El triunfo de Claudia Sheinbaum y la amplia mayoría de Morena en el Congreso representan un desafío y una oportunidad para la oposición. Deben adoptar una nueva actitud, más crítica y autocrítica, dejar atrás las tácticas destructivas y asumir un papel constructivo en la política nacional. Solo así podrán evitar ser marginados. La política es un campo de oportunidades y, si la oposición actúa con inteligencia y responsabilidad, lo cual está por verse, podría resurgir. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
