En un contexto de creciente preocupación por la salud pública y la protección de los ciudadanos, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió el pasado 5 de febrero un conjunto de reformas constitucionales a la Cámara de Diputados. Entre estas reformas, se incluyen importantes modificaciones a los artículos cuarto y quinto de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, con el objetivo de abordar de manera integral el uso de sustancias tóxicas y dispositivos electrónicos nocivos para la salud, como el fentanilo y los vapeadores, respectivamente.
La iniciativa de reforma constitucional enviada por el presidente López Obrador responde a la necesidad de proteger la salud de la población mexicana, especialmente de los jóvenes y adolescentes, que se encuentran expuestos a riesgos cada vez mayores derivados del consumo de sustancias tóxicas y el uso de dispositivos electrónicos nocivos.
En primer lugar, es importante entender el alcance y los riesgos asociados con el uso de dispositivos electrónicos como los vapeadores y cigarrillos electrónicos. Estos artefactos, aunque presentados como alternativas al tabaco convencional, contienen sustancias nocivas y adictivas que pueden tener graves consecuencias para la salud respiratoria y cardiovascular de quienes los utilizan. La advertencia de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) sobre los riesgos asociados con los vapeadores y cigarrillos electrónicos es un claro llamado de atención sobre la necesidad de regular y controlar su uso.
Los datos alarmantes sobre el aumento del consumo de dispositivos electrónicos entre la población mexicana, especialmente entre los adolescentes, evidencian la urgencia de tomar medidas para prevenir y reducir los riesgos asociados con su uso. La investigación de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) ha demostrado los graves daños a la salud respiratoria, cardiovascular y reproductiva causados por los vapeadores y cigarrillos electrónicos, lo que subraya la necesidad de prohibir su producción, distribución y venta.
En segundo lugar, la iniciativa de reforma constitucional también aborda el uso ilícito de sustancias tóxicas como el fentanilo, una droga sintética extremadamente potente y peligrosa. El fentanilo, que originalmente se utilizaba con fines terapéuticos, ha sido desviado hacia el mercado ilícito y se ha convertido en una de las drogas más letales y adictivas disponibles en el mercado estupefacientes. El aumento del consumo de fentanilo en México y su relación con la proliferación de laboratorios clandestinos y la importación ilegal de precursores químicos es un motivo de grave preocupación para las autoridades de salud y seguridad.
La adición de disposiciones constitucionales que prohíben la producción, distribución y venta de sustancias tóxicas como el fentanilo, así como de dispositivos electrónicos nocivos, es un paso crucial en la lucha contra el consumo de drogas y la protección de la salud pública en México. La aplicación del principio precautorio, que establece la necesidad de actuar con precaución frente a los riesgos para la salud y el medio ambiente, es fundamental para prevenir los daños asociados con el uso de sustancias tóxicas y dispositivos electrónicos nocivos.
La prohibición de la producción, distribución y venta de dispositivos electrónicos como los vapeadores y cigarrillos electrónicos, así como del fentanilo y otras sustancias tóxicas, es una medida necesaria y urgente para proteger la salud y el bienestar de la población mexicana. Sin embargo, es importante que estas medidas se complementen con políticas de prevención, tratamiento y rehabilitación para las personas afectadas por el consumo de drogas y la adicción a sustancias tóxicas.
La cooperación internacional y la coordinación entre las autoridades de salud y seguridad son fundamentales para abordar de manera efectiva el problema del consumo de drogas y la proliferación de sustancias tóxicas en México. De aprobarse, la iniciativa de reforma constitucional enviada por el presidente López Obrador es un primer paso importante en esta dirección, pero es necesario continuar trabajando en la implementación de políticas integrales y estrategias de prevención para proteger la salud y el bienestar de todos los mexicanos. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce
