La juventud en México ha sido históricamente un sector de la población olvidado y marginado, especialmente durante los sexenios neoliberales. En un periodo caracterizado por la falta de oportunidades, estigmatización y discriminación hacia los jóvenes, se evidenció la urgente necesidad de políticas que atiendan sus necesidades y promuevan su desarrollo integral.
Bajo el gobierno de Felipe Calderón, México ocupó el tercer lugar a nivel mundial en jóvenes sin empleo y educación, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La respuesta gubernamental ante esta crisis fue lamentablemente insuficiente, limitándose en muchos casos a culpar y estigmatizar a los jóvenes, denominándolos despectivamente como “ninis”, sin abordar las causas estructurales que generaron su situación.
La exclusión social, educativa y laboral experimentada por la mayoría de los jóvenes durante el periodo neoliberal generó una brecha insalvable en el tejido social, exacerbando el desempleo, la violencia y la inseguridad. Esta situación condenó a los jóvenes mexicanos a un futuro marcado por la desigualdad y la marginación, alejándolos de las oportunidades de desarrollo y progreso que merecían.
La falta de políticas efectivas para integrar a los jóvenes en el mercado laboral durante décadas evidenció la necesidad de intervención estatal. En respuesta a esta problemática, surge el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro (PJCF) como una iniciativa del gobierno actual para brindar a los jóvenes oportunidades de capacitación y empleo, alejándolos del desempleo y de conductas antisociales.
Durante la Cuarta Transformación, se ha impulsado una serie de reformas y políticas destinadas a mejorar las condiciones de vida de los jóvenes y garantizar su inclusión en el desarrollo económico y social del país. En este contexto, se propone una reforma constitucional que añade un segundo párrafo al artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el fin de que el Estado otorgue un apoyo económico mensual equivalente al menos a un salario mínimo general vigente a jóvenes entre 18 y 29 años que se encuentren en desocupación laboral y no estén cursando ningún nivel educativo, para que se capaciten para el trabajo por un periodo de hasta 12 meses.
Esta reforma constitucional representa un paso significativo hacia la construcción de un México más justo e inclusivo, donde los jóvenes tengan acceso a oportunidades de desarrollo y crecimiento personal. Al garantizar un apoyo económico mensual, se busca brindar estabilidad financiera a los jóvenes en situación de desempleo, permitiéndoles enfocarse en su capacitación y formación profesional.
El Programa Jóvenes Construyendo el Futuro ha sido un ejemplo claro del impacto positivo que puede tener la intervención estatal en la vida de los jóvenes. Con una inversión considerable y resultados alentadores, este programa ha logrado insertar a miles de jóvenes en el mercado laboral, proporcionándoles las herramientas y habilidades necesarias para construir un futuro próspero.
La inclusión de esta reforma en la Constitución Política de México garantizará la continuidad y consolidación de políticas públicas dirigidas a la juventud, sentando las bases para un desarrollo sostenible y equitativo en el país. Al reconocer el derecho de los jóvenes a recibir apoyo del Estado para su capacitación y formación laboral, se promueve una sociedad más justa y solidaria, donde cada individuo tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
La reforma que adiciona un segundo párrafo al artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para otorgar un apoyo económico mensual a jóvenes en situación de desempleo y sin estudios representa un avance significativo en la promoción de la inclusión y el desarrollo de la juventud en México. Es fundamental que el Estado asuma su responsabilidad en la creación de oportunidades para los jóvenes, garantizando su acceso a la educación, el empleo y una vida digna. Con esta reforma, se abre una puerta hacia un futuro más próspero y equitativo para todos los mexicanos. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.