Una jueza federal determinó este jueves que Google ejerció prácticas monopólicas en el mercado de publicidad en internet, tras un juicio impulsado por el gobierno de Joe Biden. La sentencia de Leonie Brinkema, del Distrito Este de Virginia, concluyó que la tecnológica usó tácticas anticompetitivas durante más de una década para dominar el sector.
En su fallo, Brinkema señaló que Google consolidó su poder mediante la integración tecnológica y condiciones contractuales abusivas. “Vinculó su servidor de anuncios con intercambios publicitarios, bloqueando la competencia”, detalló. Estas acciones —implementadas desde al menos 2010— habrían causado “daños significativos” a clientes y rivales.
El Departamento de Justicia presentó la demanda en enero de 2023, argumentando que la compañía controlaba ilegalmente herramientas clave para publicidad digital. El juicio, celebrado en noviembre de 2024, reveló cómo Google habría manipulado tasas y acceso a datos para favorecer sus servicios.
La empresa tiene siete días para proponer medidas correctivas, pero ya anunció que impugnará el fallo. “Ganamos la mitad del caso y apelaremos el resto”, declaró Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Reguladores. Google insiste en que su tecnología “beneficia a editores y anunciantes”.
La decisión podría obligar a Google a desintegrar partes de su ecosistema publicitario, como su plataforma de intercambio de anuncios (AdX). Expertos anticipan que el fallo —el más duro contra la compañía desde la demanda antimonopolio de 2020— podría reconfigurar el mercado, valorado en 300.000 millones de dólares anuales.