Alemania y el futuro de Europa

Por: Luis Humberto Fernández @LuisH_Fernandez

En los últimos días circuló en redes sociales una imagen titulada “De 0 a 1939 en 3 segundos”, haciendo promoción a un vehículo llamado Swasticar de Tesla, con Elon Musk haciendo el saludo nazi. Y esto viene al caso por los recientes resultados de las elecciones en Alemania, donde la ultraderecha, si bien no ganó los comicios, duplicó el número de votos y se posicionó como la segunda fuerza política.

El partido Alternativa para Alemania (AfD) que se fundó hace apenas 12 años, jugará un papel fundamental para los alemanes, y más aún, por el apoyo que el mismo Musk le ha dado.

Estas elecciones son de la mayor trascendencia, sobre todo porque Alemania enfrenta su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial: recesión económica, aumento descontrolado de migración, así como conflictos políticos y sociales, por lo que estos comicios tienen puntos importantes que analizar.

Lo primero es que el factor Trump ya es un elemento de contagio. Actualmente, ya son muchos países que son gobernados por la derecha, como Giorgia Meloni, en Italia; Nayib Bukele, en El Salvador; Javier Milei, en Argentina; y Benjamín Netanyahu en Israel; además poco a poco se ha visto un crecimiento considerable y preocupante de la ultraderecha en Europa. Es previsible que, en los próximos meses o años, más gobiernos pretendan tomar una salida falsa por la puerta de la ultraderecha.

Lo que representan estos comicios será uno de los cambios más grandes en la geopolítica que cambiará sin duda la posición europea hacia Ucrania. La realidad es que, actualmente, el Parlamento Europeo tiene cada vez más eurodiputados de derecha y extrema derecha, en particular por el Partido Patriotas por Europa o PfE, que busca políticas más restrictivas contra la migración, preservar las identidades nacionales y combatir la ideología woke en Europa.

Frente a la hondonada de ultraderecha insensible en Europa y el mundo, es muy importante mantener las convicciones y la claridad.

El problema de esta epidemia de ultraderecha es que no resuelve, solo profundiza los problemas, por lo que hay que mantenerse firmes y dignos, como lo ha hecho la presidenta Claudia Sheinbaum y su visión social y humanista con la que ha gobernado, siempre en la defensa de la soberanía del país y siguiendo los principios de la transformación de la vida pública de México; esperemos que sea un ejemplo a seguir en la región y en el mundo. Mientras tanto, esperemos que no siga creciendo más la ultraderecha europea o, de lo contrario, significará el fin de Europa.

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