México, no debemos olvidarlo, es un país muy importante. Somos el lugar número 12 por extensión territorial y el 14 por la economía en el mundo. Tenemos una condición estratégica para la producción y el comercio regionales, y también ocupamos un espacio geopolítico decisivo en direcciones y sentidos distintos. Por eso mismo, nuestra política exterior se activa para hacer sentir, en sus dimensiones reales, la presencia de México como país.
Es decir, necesitamos volver a la tradición internacionalista de la historia diplomática mexicana, caracterizada por eventos de alta lucidez, que hicieron crecer la imagen de la República en el escenario exterior. Se hizo valer, en síntesis, el principio de que el respeto al derecho ajeno, en términos internacionales, es la paz.
En ese orden, vale destacar dos acciones de la presidenta Claudia Sheinbaum en la materia. Una de ellas fue el llamado de atención que hizo sobre la necesidad de aminorar el gasto militar y emplear esos recursos para atender en algo a los problemas de la alimentación en los países pobres en extremo y los daños ambientales en todos.
La historia va a ser muy dura con la carrera armamentista, y en lo que respecta a los daños ambientales, la propia naturaleza se va a encargar de un ajuste de cuentas. Veamos algunos números:
El gasto en armas nucleares en Estados Unidos en 5 años fue del orden de los 51 mil millones de dólares. Aunque es necesario aclarar que estas son las cifras que los norteamericanos dan a conocer y hay otros números que están ocultos porque así conviene a nuestro vecino en el norte. En un segundo lugar, el gasto de China, en el mismo lustro, fue de 5 mil millones de dólares. Los dos países aceptan que el arsenal sumado de uno con el otro llega a 5 mil 600 armas nucleares, suficientes para sacar al planeta de su órbita en una explosión combinada. En lo que respecta a las armas no nucleares, las llamadas “convencionales”, solamente Estados Unidos gastó 916 mil millones en 2023 y la OTAN “solamente” 1.34 billones de dólares en el mismo año.
Así, tenemos que los gastos de Estados Unidos y China llegaron a casi 400 mil millones de dólares en 5 años; es decir, 27 mil millones de dólares más que toda la erogación del planeta en el Programa Mundial de Alimentos, desde su creación hasta 2030. El problema es para preocuparse y lo será más en el corto plazo, con las guerras o las amenazas en el Medio Oriente y en Europa Oriental, en donde Rusia pretende ocupar totalmente Ucrania y…
Así, la propuesta de la presidenta Sheinbaum no es una ocurrencia ni mucho menos. Es un llamado directo a los diferentes países para que comiencen a preocuparse. Con solo el 1 por ciento de los recursos dedicados a las armas, se podría atenuar el hambre de 100 millones de seres humanos de varios países. O, en su defecto, se podría reforestar una extensión equivalente a la República de Guatemala.
La propuesta de la presidenta mexicana es una petición simbólica, pero es un fuerte llamado de atención, sencillamente, no se puede continuar como hasta ahora.