El huracán Beryl, con peligrosos vientos y mareas, golpeó este miércoles la costa sur de Jamaica, causando devastación tras su paso por la zona sureste del Caribe, donde ha dejado al menos siete muertos. La tormenta, que avanzaba hacia la Península de Yucatán en el sureste de México, ha causado estragos significativos en la región.
El ojo del huracán, clasificado como categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, aún no ha tocado tierra en Jamaica, pero se espera que lo haga en las próximas horas. Además, existe el temor de que Beryl pueda acercarse o incluso impactar las islas Caimán, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Esta es la primera vez que una tormenta alcanza la categoría 4 en un mes de junio y la categoría 5 en julio desde que el NHC lleva registros, lo que subraya la severidad y rareza de este fenómeno meteorológico.
Ante la inminente llegada del huracán, los jamaicanos han acudido en masa a comprar alimentos, agua, gasolina y otros artículos esenciales. En los puertos, varios residentes han retirado sus barcos del agua y los han asegurado a vallas para protegerlos del embate del huracán.
Beryl avanzaba este miércoles por la tarde con vientos máximos sostenidos de 220 km/h, según el NHC. Las autoridades de Jamaica han tomado medidas drásticas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, declaró un toque de queda en la isla desde las 06:00 hasta las 18:00 horas e instó a la población a seguir las órdenes de evacuación.
“Si vive en una zona baja, históricamente propensa a inundaciones y corrimientos de tierra, o si vive a orillas de un río”, dijo Holness en un vídeo publicado en las redes sociales, “le imploro que evacúe a un refugio o a un terreno más seguro”.
Las autoridades continúan monitoreando de cerca el avance del huracán Beryl y se mantienen en alerta máxima para responder a cualquier emergencia adicional que pueda surgir a medida que la tormenta se desplaza por la región.