En mayo de 2024, la balanza comercial de México registró un superávit de 1,991 millones de dólares, contrastando con un déficit de 99 millones de dólares del mismo mes en 2023. Este cambio positivo se atribuye a un incremento anual de 5.4% en las exportaciones, con un aumento de 4.8% en las exportaciones no petroleras y 15.7% en las petroleras.
Dentro de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos aumentaron 6.6% a tasa anual, mientras que las exportaciones al resto del mundo descendieron un 4.0%. En cuanto a las importaciones, se observó un aumento anual de 1.4% en mayo de 2024, resultado de un alza del 3.5% en las importaciones no petroleras y una reducción del 22.9% en las petroleras. Por tipo de bien, las importaciones de bienes de consumo crecieron un 2.7%, las de bienes de uso intermedio un 0.3% y las de bienes de capital un 8.0%.
En los primeros cinco meses del año, la balanza comercial presentó un déficit de 4,461 millones de dólares, comparado con el déficit de 6,563 millones de dólares en el mismo periodo del año anterior. Gran parte del superávit de mayo provino de una caída significativa en las importaciones petroleras, reduciendo así el déficit de la balanza petrolera. Esto sugiere que la estimación de un déficit de 9 mil millones de dólares para todo el año podría ser elevada, considerando que el déficit comercial de los últimos 12 meses se encuentra cerca de los 4 mil millones de dólares.
Por otro lado, el mercado laboral en México se mantuvo fuerte en mayo de 2024. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la población económicamente activa (PEA) fue de 61.4 millones de personas de 15 años y más, de las cuales 59.8 millones estaban empleadas (32.6 millones en la informalidad) y 1.6 millones se mantuvieron desocupadas. En comparación con mayo de 2023, la población empleada creció en 1.6 millones de personas.
La tasa de desempleo, medida como la población desocupada entre la PEA, fue de 2.6%, sin cambios respecto a mayo de 2023, según cifras ajustadas por estacionalidad. Estos datos indican que el mercado laboral en México sigue robusto, con alta creación de empleo y bajo desempleo. Sin embargo, se prevé una posible moderación en el futuro debido a un entorno económico más desafiante.