El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que la tasa de desocupación en México se ubicó en 2.5% durante el primer trimestre de 2024, según los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
De acuerdo con la ENOE, la población económicamente activa (PEA) ascendió a 60.7 millones de personas en este periodo. De estas, 59.1 millones se encontraron empleadas, mientras que 1.5 millones estaban en búsqueda activa de empleo, es decir, desocupadas.
Un aspecto destacado del informe es que 32.1 millones de personas empleadas laboraron en condiciones de informalidad, como trabajos sin seguro social, empleos domésticos remunerados o en unidades económicas que operan con recursos del hogar. Esto representa el 54.3% de la población ocupada, evidenciando una elevada tasa de informalidad laboral en el país.
Las disparidades entre estados en términos de informalidad laboral son notables. Los estados con mayor informalidad incluyen Oaxaca (81.1%), Guerrero (78.6%), Chiapas e Hidalgo (70.9% cada uno). En contraste, los estados con menor informalidad son Coahuila (33.8%), Chihuahua (34.5%), Nuevo León (36.0%) y Baja California (37.4%).
En cuanto a la población desocupada, el 2.5% de la PEA en el primer trimestre de 2024 representa una reducción respecto al 2.7% registrado en el mismo periodo del año anterior. Estas cifras indican que el mercado laboral en México sigue mostrando fortaleza, con una tasa de desempleo en mínimos históricos y un crecimiento en la ocupación.
Sin embargo, el informe del INEGI también resalta el desafío persistente de la elevada informalidad laboral y las disparidades regionales. Los empleos informales suelen recibir menores remuneraciones comparados con los empleos formales, lo que subraya la necesidad de políticas enfocadas en la formalización del empleo y en la reducción de las desigualdades entre las distintas regiones del país.