El país se pintó de guinda. En las elecciones de este 2 de junio la Dra. Claudia Sheinbaum ganó la Presidencia de la República, por lo que será la primera mujer presidenta en la historia de México; se logró también el Plan C, al obtener la mayoría en la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, y se ganaron 7 de 9 gubernaturas, entre ellas la Ciudad de México y Yucatán, que era el último bastión del PAN en el sur del país. Fue una elección sin crisis post electoral como se acostumbraba hace muchos años, lo cual da para mucho análisis, pero por lo pronto podemos sacar tres reflexiones.
La primera reflexión es que las encuestas parecen agotadas y es necesario renovar estas herramientas de demoscopia; de acuerdo a Polls.mx y a la infografía de El Político sobre las mejores y peores encuestas presidenciales, de un total de 30 encuestas, solo 2 estuvieron cerca del resultado con un margen de error de menos de 3% y otras, que de plano son una vergüenza como el caso de Massive Caller y México Elige, renunciaron a ser empresas de encuestas para volverse panfletitos de propaganda chafa. Esto nos muestra que el departamento de ventas no debe mandar sobre el área estadística.
La segunda reflexión es sobre el papel de la oposición, que está obligada a repensar su identidad, estrategias, principios y práctica política; y la verdad habría que ser muy idiotas para usar una estrategia que no funcionó durante 5 años, de augurar catástrofes que nunca ocurrieron como la devaluación del peso, la caída de la economía e incremento de la pobreza, y que México se convertiría en Venezuela o Cuba, cuando la realidad es que ocurrió todo lo contrario. El punto es que nunca se definieron, transitaron en el vacío y, sobre todo, no presentaron un proyecto de nación; parecía que se avergonzaban los unos de los otros. Mención especial a los liderazgos de Marquito y Alito, que no pudieron ofrecer al pueblo de México nada más que su ambición personal. ¿Con qué pensaban ganar la elección? ¿Realmente creyeron que como al América, les iban a regalar la final?
Hoy se ven en la triste realidad y como escribió Monterroso: “cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí”, viendo a Marquito y a Alito al frente, y ahí seguirán, porque el cinismo no tiene límites; seguirán en las dirigencias con sus pequeñas cortesanías.La tercera reflexión es que la realidad se impuso y se logró la victoria más amplia que un partido político ha tenido en México. Nunca en la vida democrática se había logrado esta cantidad de diputados, senadores, gubernaturas, congresos locales y ayuntamientos. Éste es el logro electoral más grande, ya que en competencia democrática no se habían dado estos resultados. Esta victoria es la victoria del pueblo de México, con la que continuará una etapa de estabilidad y prosperidad para el país, un gobierno con patriotismo e integridad, y una conducción centrada y prudente como la de la Dra. Claudia Sheinbaum con la que aspiraremos a un México como potencia mundial. Para todos los que auguraron una derrota de Morena tanto en la Ciudad de México, como que iban a ganar 4 gubernaturas, los que dijeron que iban a lograr mayorías, les llegó el momento, a tragar palabras.