El triunfo de Clara Brugada en la elección del 2 de junio para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México no fue un evento aislado, sino parte de una ola guinda que arrasó en los comicios. Este fenómeno aseguró la victoria de Brugada, la consolidación del poder de Morena-PT-PV en el congreso capitalino y la mayoría de las alcaldías. Sin embargo, este triunfo no puede entenderse plenamente sin analizar la composición del voto y los factores que influenciaron a los electores.
Un Voto de Izquierda. Según la encuesta de salida de El Financiero, realizada a 2 mil 241 votantes en 60 casillas electorales seleccionadas probabilísticamente, el voto de izquierda en la Ciudad de México casi duplicó al de derecha, con un 36% de votantes que se autoidentificaron como de izquierda frente a un 20% que se identificaron como de derecha. Este resultado es significativamente superior al porcentaje de voto de izquierda observado a nivel nacional, que fue del 24%.
Entre los votantes de izquierda, Clara Brugada captó un impresionante 78% de los votos, mientras que su principal oponente, Santiago Taboada, obtuvo solo un 18%. Esta clara preferencia por Brugada dentro del segmento de izquierda refleja una consolidación del voto progresista en la capital, posiblemente impulsada por una percepción de continuidad y expansión de políticas sociales.
Los programas sociales. Otro factor crucial en esta elección fue el porcentaje de beneficiarios de apoyos sociales, que en la Ciudad de México fue ligeramente más alto que a nivel nacional, con un 62% en comparación con el 56% en la encuesta nacional de salida realizada por este mismo diario. Entre los beneficiarios de estos programas, Brugada obtuvo el 59% de los votos, frente al 34% de Taboada. En contraste, entre los no beneficiarios, Taboada recibió un 49% de apoyo, superando a Brugada por 7 puntos porcentuales, quien obtuvo un 42%.
Este dato subraya la importancia de los programas sociales en la decisión de voto de los ciudadanos, especialmente en un contexto urbano donde las desigualdades son más visibles y las necesidades de apoyo social más acuciantes. La alta proporción de beneficiarios de programas sociales en la capital podría haber sido un factor decisivo en la preferencia por Brugada y, por extensión, por Morena.
La Influencia de la Edad y la Educación. El estudio también destaca diferencias significativas en la composición del voto según la edad y el nivel educativo de los votantes. Los jóvenes de entre 18 y 24 años, que votaron por primera vez en una elección presidencial, representaron el 11% del voto total. En este segmento, Brugada obtuvo su menor porcentaje de apoyo, con un 49%, mientras que Salomón Chertorivski, el candidato de Movimiento Ciudadano, logró un 13%, el único segmento de edad en el que alcanzó dos dígitos. Esta tendencia indica una mayor apertura entre los jóvenes a alternativas políticas fuera del binomio tradicional de izquierda-derecha.
En términos de educación, los votantes con estudios universitarios representaron el 43% del total, y entre ellos, Taboada ganó por 9 puntos. Entre los votantes con menor nivel educativo, que constituyen el 57% restante, Brugada tuvo una ventaja de aproximadamente 2 a 1 sobre Taboada. Esto sugiere que los votantes con menor nivel educativo están más alineados con las propuestas y políticas de Brugada y Morena, que posiblemente perciben como más inclusivas y orientadas al apoyo social.
Clase Social y Preferencias Electorales. La clase social también jugó un papel determinante en la composición del voto. Según la autoidentificación de los votantes, la clase media y media-alta representaron el 59% del electorado. En este grupo, Taboada obtuvo una ventaja de 4 puntos sobre Brugada. En contraste, entre quienes se identificaron como clase media-baja y baja, Brugada ganó con una proporción de 2 a 1. Este patrón refleja una clara división socioeconómica en las preferencias electorales, con las clases menos favorecidas mostrando un fuerte apoyo hacia Brugada y las políticas de izquierda.
La Identificación Ideológica. El voto de centro se dividió casi equitativamente entre Brugada y Taboada, con un 41% y 44% respectivamente. Este equilibrio en el centro es donde Salomón Chertorivski se desempeñó mejor, obteniendo un 15% del voto, mucho más que el 4% y 5% que logró entre los votantes de izquierda y derecha. Este dato sugiere que los votantes de centro están más abiertos a candidatos alternativos y a propuestas que no necesariamente se alinean con los extremos ideológicos.
El análisis de la composición del voto en la elección del 2 de junio en la Ciudad de México revela una serie de tendencias y factores clave que explican el triunfo de Clara Brugada y la consolidación de Morena en la capital. El voto de izquierda, significativamente más alto que a nivel nacional, y el apoyo masivo de los beneficiarios de programas sociales fueron determinantes en este resultado. Además, las diferencias en la preferencia de voto según la edad, el nivel educativo y la clase social subrayan la diversidad del electorado capitalino y las diferentes motivaciones detrás de su decisión de voto.
Este análisis también pone de manifiesto la importancia de las políticas sociales y el papel crucial que juegan en las elecciones locales. En un contexto de creciente desigualdad y necesidades sociales, los programas de apoyo y las políticas inclusivas pueden ser un factor decisivo para ganar el apoyo de los votantes.
Un dato adicional es significativo del nivel de concientización y perfil del electorado capitalino: no tolera el nepotismo, venga de donde venga. En la Alcaldía Cuauhtémoc, diferenció su voto y no entregó esa demarcación a la familia Monreal.
El nuevo gobierno de Clara Brugada y la mayoría de Morena en el congreso capitalino y las alcaldías enfrentarán desafíos significativos para cumplir con las expectativas de sus votantes. La continuidad y expansión de los programas sociales serán esenciales para mantener el apoyo de su base electoral. Además, será crucial abordar las divisiones socioeconómicas y trabajar para reducir las desigualdades en la ciudad.
En este contexto, la capacidad del gobierno de Brugada para implementar políticas efectivas y mantener la confianza de los votantes será determinante para su éxito a largo plazo. La composición del voto en estas elecciones ofrece una hoja de ruta clara sobre las prioridades y expectativas de los ciudadanos, y servirá como guía para las políticas y estrategias futuras del gobierno capitalino. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.