El Wall Street Journal publicó hace unos días que el sueldo de Elon Musk como director de Tesla sería de 55 mil millones de dólares, como parte de un plan de compensación, que constituiría el paquete salarial más grande de la historia, lo que tendría algún sentido si las acciones estuvieran subiendo, pero la realidad es que las acciones de Tesla han bajado 37% tan solo en este año. Éste fue aprobado desde 2018, sin embargo, hay que reconocer que nunca cobró un salario como CEO. A esto se le suma que la empresa está en un recorte de 14 mil empleados, se han detenido las inversiones y ya hay incertidumbre sobre la planta de Tesla en Nuevo León que desapareció sus vacantes en su página web.
La pregunta es: ¿por qué pagarían los accionistas una compensación de este tamaño, sobre todo cuando él también es accionista? El argumento es que supone que él es indispensable y que con su liderazgo Tesla encabezará la nueva movilidad, la automatización del tránsito, el uso de la inteligencia artificial para los vehículos y el uso de computadoras en los automóviles para que envíen información a la nube.
La cuestión es compleja, transita entre una revolución tecnológica y un fracaso catastrófico. Si bien ha tenido éxitos como impulsar los carros eléctricos (que él no creó) o fundar SpaceX que realiza viajes espaciales, innovar con PayPal y los avances en neuro tecnologías o movilidad subterránea, también ha tenido fracasos titánicos como la caída de acciones de “X” (antes Twitter). También se habla mucho de Tesla como una empresa tecnológica e innovadora por sus autos eléctricos, pero hoy empresas como BYD venden mucho más y tienen mayores utilidades que Tesla; de hecho, tiene el récord de ser la persona que más dinero ha perdido en la historia: 200 billones de dólares en un solo año.Compensaciones como éstas derivaron en la crisis de los bonos, en el que las compensaciones sumaron más ganancias que las compañías, esto es, el ejecutivo cobra y los accionistas no, lo cual es una forma de corrupción. Esta crisis generó pérdidas millonarias, y una bancarrota moral para las empresas y accionistas. La realidad es que Elon Musk es un gran innovador, nadie lo duda, es una de las mentes mas poderosas de nuestra generación, pero también es el mayor vendedor de cuentos y fantasías de todos los tiempos. Es un mago de la mercadotecnia y un gran vendedor de sueños. Su paquete salarial implica el tamaño de las fortunas conjuntas de Larrea, Salinas Pliego y los Baillères; por eso el sueldo de Elon es más peligroso para la empresa, ya que se le puede estar pagando para fracasar, y como él mismo dice “cuando algo es lo suficientemente importante lo haces, incluso si las probabilidades de éxito no están a tu favor”.