El profesor de la carrera de Medicina en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM, Juan Pablo García Acosta, aseguró que en el mundo van en aumento los problemas de salud que terminan en falla o pérdida de algún órgano o tejido del cuerpo; son frecuentes, por ejemplo, los casos de riñón, de corazón que ya no cumple su función adecuadamente o las córneas. “Entonces, la alternativa son los trasplantes”.
Para el experto es necesario poner en el horizonte de la población la posibilidad de realizar un procedimiento de ese tipo, como un recurso terapéutico y como parte de nuestra cultura en la que tengamos la disposición de ser donadores, ya que la fuente principal somos los seres humanos. Por ello, debemos fomentar esa práctica, pues de lo contrario no alcanzaremos la suficiencia.
A propósito del Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, que se conmemora el 27 de febrero, el médico especialista en salud pública recuerda que en México hemos tenido altibajos en las cifras:
En 2022 se realizaron 6 mil 067; ahora estamos en una tasa de aproximadamente 25 por millón de habitantes, cifra baja si lo comparamos con países líderes en la materia como España, Estados Unidos y Canadá, que están por arriba de 100 por cada millón de habitantes.
En nuestro país, antes de la pandemia, mejorábamos con una tasa cercana a 50 por millón de habitantes, pero la crisis sanitaria de la COVID-19 ocasionó afectación en estas prácticas, al igual que en otras partes del mundo donde se reconvirtieron hospitales y los pacientes tuvieron que abandonar tratamientos. “Y aunque comienza una etapa de recuperación desde 2023, todavía no alcanzamos las cifras prepandemia”, destaca.
García Acosta precisa que la efeméride recuerda que todos, en un momento dado, podemos ser susceptibles de requerir una donación, así que también debemos estar dispuestos a hacerlo.
Menciona que para ello existen dos vías: el donador vivo y el cadavérico, pero para los mexicanos el segundo es menos socorrido porque tienen dudas y temor.