Rusia lanzó un ataque récord con drones contra Ucrania durante la noche, en una escalada que coincide con las duras críticas del presidente estadounidense Donald Trump hacia Vladímir Putin, a quien calificó de “loco” en sus redes sociales. Mientras tanto, las potencias occidentales anunciaron que eliminarán restricciones para que Ucrania utilice sus armas contra blancos en territorio ruso, una medida que Moscú calificó de “peligrosa”.
Las autoridades ucranianas reportaron que, por tercera noche consecutiva, Rusia bombardeó el país con oleadas de drones y misiles, saturando las defensas aéreas y dejando al menos 13 muertos el domingo. Los ataques, que han afectado infraestructura energética y zonas residenciales, forman parte de una estrategia rusa para desgastar a Ucrania antes de posibles avances en el frente.
En un giro inusual, Donald Trump, conocido por su relación cercana con el Kremlin, publicó en Truth Social:
“Siempre tuve una buena relación con Putin, pero algo le ha pasado. Se ha vuelto completamente loco”.
Además, advirtió: “Si intenta tomar toda Ucrania, llevará a Rusia a la perdición”, insinuando posibles nuevas sanciones.
El Kremlin restó importancia a las declaraciones, afirmando que Putin “actúa para garantizar la seguridad de Rusia” y que los bombardeos son “represalias” por ataques ucranianos en territorio ruso.
En un movimiento significativo, el líder alemán Friedrich Merz anunció que Reino Unido, Francia, EU. y Alemania permitirán que Ucrania use sus armas para atacar objetivos militares dentro de Rusia, eliminando límites previos. “Kiev podrá golpear posiciones rusas desde donde se lancen ataques”, declaró.
Moscú respondió con advertencias, calificando la medida de “peligrosa” y sugiriendo que podría desencadenar una mayor escalada.
