Un intenso ataque con drones y misiles rusos hirió a 15 personas en la capital ucraniana este sábado, en medio de la segunda etapa del mayor intercambio de prisioneros de guerra desde el inicio de la invasión rusa hace más de tres años.
Las fuerzas aéreas ucranianas reportaron la intercepción de 6 misiles balísticos Iskander-M/KN-23 y la neutralización de 245 drones Shahed, de un total de 14 misiles y 250 drones lanzados por Rusia. Kiev fue el “objetivo principal” del ataque, según las autoridades.
Además de los heridos en la capital, dos personas resultaron lesionadas en el área metropolitana.
El Ministerio de Defensa ruso justificó el ataque alegando que iba dirigido contra “empresas del complejo militar-industrial” ucraniano y posiciones de sistemas antiaéreos Patriot, suministrados por Estados Unidos.
En respuesta, el presidente Volodímir Zelenski reiteró en X (antes Twitter) que “solo sanciones más duras contra sectores clave de la economía rusa obligarán a Moscú a detener la guerra”, culpando al Kremlin de prolongar el conflicto.
Por su parte, Katarina Mathernova, embajadora de la Unión Europea en Ucrania, declaró: “Si alguien aún duda de que Rusia quiere continuar la guerra, que lea los periódicos”, en referencia a los constantes ataques.