España vivió este lunes una situación de emergencia sin precedentes tras sufrir un apagón masivo que dejó sin electricidad a gran parte del país, paralizando el transporte, las comunicaciones y sumiendo a las principales ciudades en el caos. El corte, que comenzó alrededor del mediodía, provocó escenas de desconcierto en calles, estaciones de metro y oficinas, con ciudadanos varados, sin señal en sus teléfonos y sin poder continuar con sus actividades cotidianas.
El corte de energía afectó de inmediato a trenes y metros, obligando a las autoridades a evacuar a miles de viajeros en medio de la oscuridad.
En Madrid, la Plaza de Cibeles —uno de los puntos neurálgicos de la ciudad— se convirtió en un hervidero de vehículos atascados, con agentes de tránsito intentando controlar el flujo ante la falta de semáforos. El sonido de sirenas, silbatos y cláxones dominó el ambiente, mientras transeúntes desconcertados buscaban formas de comunicarse con sus familias.
En Barcelona, turistas y residentes se agolpaban en las calles, intentando entender la situación.
Las autoridades aún no han dado una explicación oficial sobre el origen del corte masivo, aunque se especula con posibles fallos en la red eléctrica nacional. Mientras tanto, los servicios esenciales trabajan para restablecer la normalidad en un país que hoy descubrió lo frágil que puede ser la vida sin electricidad.
