Rusia y Ucrania intercambiaron acusaciones este domingo por presuntas violaciones a la tregua de Pascua, declarada inicialmente por el presidente ruso, Vladimir Putin, y respaldada por su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Putin anunció sorpresivamente el sábado un cese al fuego de 30 horas con motivo de la Pascua ortodoxa, una medida que, de haberse cumplido, habría marcado una pausa significativa en más de tres años de conflicto. Sin embargo, desde el inicio de la tregua, ambos bandos se culparon de continuar con las hostilidades.
Zelenski denunció que las fuerzas rusas mantuvieron sus ataques durante el domingo, incluso con armamento pesado, y reportó un total de 46 ofensivas y 901 bombardeos en distintas zonas del frente. En particular, mencionó operaciones en Pokrovsk y Siversk, en el este de Ucrania.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso acusó a Ucrania de intentar ataques nocturnos contra posiciones rusas en Sujaya Balka y Bogatir, en la región de Donetsk, parcialmente ocupada por Moscú. Las autoridades rusas también afirmaron que hubo ataques ucranianos en las regiones fronterizas de Briansk, Kursk y Belgorod, con saldo de civiles muertos y heridos.
Zelenski reiteró su llamado a un “cese al fuego total, incondicional y justo” por al menos 30 días.