El investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, Fructuoso Ayala Guerrero, consideró que la interacción madre-hijo es posible detectar de manera temprana el Síndrome de Asperger y contribuir a que su vida sea más funcional en la sociedad con la ayuda de especialistas como psiquiatras o neuropsicólogos.
El académico detalla en entrevista que esta condición forma parte de los trastornos del espectro autista, y se encuentra entre los de comunicación con menor impacto.
El doctor en Ciencias añade: Suele ser detectado al año y medio o dos años de vida, cuando empieza el proceso de interacción hablada y son visibles claramente problemas de comunicación.
Sin embargo, también se puede identificar por la incapacidad de interactuar con la madre, por ejemplo a través de una sonrisa, imitación de balbuceos, o seguir mediante la mirada a otras personas –especialmente a la mamá– con quien debería tener más correspondencia.
A decir del universitario, la estimulación temprana es esencial para aprovechar la plasticidad cerebral, o sea la capacidad del cerebro para modificarse estableciendo conexiones nuevas para llevar a cabo ciertas actividades. El objetivo es hacerlo con diferentes tipos de tareas para reforzar esas habilidades deterioradas.
Ayala Guerrero precisa que esta labor debe ser realizada por un especialista. Estudios en laboratorio han indicado que las y los pacientes con dificultades de comunicación presentan lesiones en aquellas áreas cerebrales que se encargan de las actividades sociales, las que regulan el lenguaje hablado, la atención y todo un mosaico de áreas que intervienen en el comportamiento.