Un potente terremoto de magnitud 6,8 sacudió el suroeste de Japón este lunes por la noche, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El sismo, que tuvo su epicentro a unos 18 kilómetros de la costa de la prefectura de Miyazaki, en la región de Kyushu, a una profundidad de 36 kilómetros, provocó una alerta de tsunami en la zona.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió una advertencia a la población instándoles a mantenerse alejados de las costas, ya que los tsunamis pueden golpear repetidamente. Afortunadamente, las marejadas registradas eran relativamente pequeñas, alcanzando alrededor de 20 centímetros en algunos puertos.
A pesar de la intensidad del sismo y la alerta de tsunami, las autoridades no han reportado hasta el momento daños significativos ni víctimas. Las imágenes transmitidas en vivo por la televisión japonesa muestran una situación de relativa calma, con embarcaciones operando con normalidad y el tráfico fluyendo sin interrupciones.
Japón, país sísmico por excelencia
Japón, ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, experimenta millas de temblores cada año. Los japoneses están acostumbrados a vivir con este riesgo y cuentan con una infraestructura diseñada para resistir los terremotos. Sin embargo, grandes sismos, como el que sacudió a la ciudad de Kobe en 1995, han causado devastación en el pasado.
Preparación ante desastres
Este nuevo sismo sirve como un recordatorio de la importancia de estar preparado para afrontar eventos naturales como estos. Las autoridades japonesas implementaron rigurosos protocolos de seguridad y sistemas de alerta temprana para minimizar los daños en caso de un gran terremoto.