Una serie de incendios forestales sin precedentes azota los suburbios de Los Ángeles, dejando un rastro de destrucción y obligando a miles de personas a abandonar sus hogares. Al menos cinco personas han perdido la vida en este desastre natural, según las autoridades.
Fuertes vientos avivaron las llamas, convirtiendo a los incendios en un verdadero infierno. El más devastador, en Pacific Palisades, ha consumido más de 6.900 hectáreas, convirtiéndose en uno de los peores en la historia de la ciudad, según la jefa de bomberos Kristin Crowley.
La congresista, Judy Chu describió la situación en Altadena como “devastadora”, donde otro incendio de más de 4.000 hectáreas arrasó con todo a su paso. Centenares de residentes se refugiaron en centros de evacuación, muchos de ellos sin saber qué encontrarán al regresar a sus hogares.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación para más de 130.000 personas en toda la región, mientras los meteorólogos advierten que las condiciones climáticas extremas aún persisten, aunque con menor intensidad. Se espera que los incendios continúen propagándose durante las próximas horas y días.