Tesla y BMW se unen a la batalla contra los aranceles a autos eléctricos chinos en la UE

La guerra comercial entre Estados Unidos y China se extiende ahora al sector automotriz, y la Unión Europea se encuentra en el centro de la disputa. Gigantes de la industria como Tesla y BMW se unieron a una demanda contra los impuestos arancelarios en la UE a los automóviles eléctricos fabricados en China.
En octubre pasado, la Comisión Europea impuso aranceles adicionales de hasta un 35% a los vehículos eléctricos producidos en China, alegando que estos se benefician de subsidios estatales indebidos. Esta medida generó una gran polémica, tanto dentro como fuera de la UE.

Tanto Tesla como BMW tienen importantes operaciones en China y ven afectados sus intereses comerciales por estos aranceles. A los costos de los vehículos eléctricos chinos que aumentan, se agregan los aranceles que dificultan la competencia en el mercado europeo. La incertidumbre creada por estos aranceles desincentiva la inversión y dificulta la planificación a largo plazo.
China rechazó las acusaciones de la UE y calificó los aranceles como una medida proteccionista. Pekín respondió imponiendo sus propios aranceles a productos europeos, como los licores.

Esta disputa comercial tiene importantes implicaciones para la industria automotriz europea y para las relaciones comerciales entre la UE y China. Los consumidores europeos podrían enfrentar precios más altos para los vehículos eléctricos. Además de que la industria automotriz europea podría perder competitividad frente a los fabricantes chinos y los aranceles podrían frenar la adopción de vehículos eléctricos en Europa.
La Comisión Europea y representantes de la industria automotriz iniciarán esta semana rondas de conversaciones para buscar una solución a esta disputa. Ambas partes expresaron su interés en llegar a un acuerdo negociado que permita eliminar los aranceles adicionales.

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