Una serie de devastadores incendios forestales continúan arrasando con comunidades alrededor de Los Ángeles, dejando un trágico saldo de al menos cinco personas fallecidas y obligando a decenas de miles de residentes a evacuar sus hogares.
Las llamas, avivadas por fuertes vientos, consumieron miles de hectáreas y destruyeron cientos de estructuras, generando una de las peores crisis de incendios en la historia reciente de la ciudad.
El sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna confirmó que el número de víctimas mortales aumentó a cinco, con la mayoría de los fallecimientos ocurridos en el incendio de Eaton, en Altadena. Las autoridades temen que la cifra siga aumentando a medida que avanzan las labores de búsqueda y rescate.
Uno de los incendios más destructivos se inició en Pacific Palisades, un exclusivo barrio de Los Ángeles, donde las llamas carbonizaron más de 1.000 estructuras y miles de hectáreas. Las imágenes de las llamas devorando viviendas y propiedades han conmocionado al mundo.
Cientos de bomberos luchan contra el fuego, pero las condiciones climáticas extremas dificultan las labores de extinción. Los fuertes vientos avivan las llamas y generan una gran cantidad de humo y cenizas que envuelven a la ciudad.
Miles de residentes fueron evacuados de sus hogares y se encuentran en refugios temporales. La falta de electricidad en muchas áreas agrava la situación y dificulta las comunicaciones.
Ante esta emergencia sin precedentes, las autoridades pidieron a la población que colabore y siga las instrucciones de los servicios de emergencia. Diversas organizaciones y voluntarios se movilizan para brindar ayuda a los afectados.
