Esta semana aprobamos en la Cámara de Diputados la Ley de Ingresos de la Federación, que es parte fundamental del Paquete Económico. Esta Ley tiene vigencia de un año y contempla la base, sobre todo, de los recursos que recibirá el gobierno en el 2025 y se divide en ingresos ordinarios, como son los impuestos, derechos y servicios de las empresas paraestatales; así como los ingresos extraordinarios, que vienen de la enajenación de bienes y créditos.
Es una de las decisiones medulares para el país y está llena de buenas noticias. La primera y más importante es que no se crearán nuevos impuestos; también se estima un crecimiento del PIB entre el 2% y 3%. Otras proyecciones son que se espera un nivel récord en los ingresos tributarios, que se estima alcance el 14% del PIB, así como la continuación de estímulos fiscales.
Algo muy importante es que se aprobó el aumento a la recaudación, por parte del sector minero, que permitirá los programas sociales que benefician a todas y todos los mexicanos, como son la pensión para adultos mayores, para personas con discapacidad, las becas para estudiantes de preparatorias, Jóvenes Construyendo el Futuro, apoyos para el campo y pesca, La Escuela es Nuestra, La Clínica es Nuestra y los nuevos programas: apoyos para mujeres de 60 a 64 años de edad, becas para estudiantes de educación básica de todo el país y visitas a casas de adultos mayores para prevención y atención a la salud.
Con esta Ley de Ingresos, México no solo mantiene sus finanzas sanas, sino también mantiene la ruta del crecimiento. Por ejemplo, en el último reporte de la OCDE, México se posicionó como el segundo país con mayor crecimiento trimestral entre los países que conforman la Organización, solo por debajo de Irlanda.
Lo anterior, porque se registró un crecimiento en el PIB de 1.3%, tan solo en el último trimestre; y todo esto fue posible aun cuando México se ubicó como uno de los países con menos recaudación de impuestos, en comparación con Chile e Irlanda. Nuevamente los evangelistas de la catástrofe han querido engañar al pueblo, con desastres que afortunadamente nunca llegan. Pareciera que el PRI y el PAN extrañan las devaluaciones, la “Roqueseñal” y una bizarra añoranza del mal, pero con el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, políticas y finanzas sanas, integridad y trabajo, seguiremos saliendo adelante.