Al presidir la entrega del Reconocimiento Alfonso García Robles 2024 para Labores Destacadas a Favor de las Personas Migrantes, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas afirmó que es apremiante atender la crisis humanitaria global que enfrentan las personas en movilidad y que demanda acciones coordinadas e integrales.
Además, informó que esta casa de estudios intensificará las acciones a favor de la comunidad de origen mexicano y latinoamericano en Estados Unidos, a través de sus sedes en aquel país y apoyada en los recursos en línea con los que cuenta, para acercarles los beneficios de la educación, la investigación, la difusión de la cultura y los servicios de asesoría legal y psicológica que ofrecen nuestras entidades académicas.
Los galardonados este año son: la Clínica de Migración y Derechos Humanos de la Universidad de St. Mary’s, San Antonio, Texas; el reverendo John Fife, ministro emérito de la Iglesia Presbiteriana de Southside en Tucson, Arizona; la abogada Rosalía Fajardo, directora Ejecutiva del Multicultural Family and Education Center y fundadora de la Federación Hispana de Pequeños Negocios.
También la organización Team Brownsville, de San Antonio, Texas; Águilas del Desierto, organización no gubernamental de California; así como Ottawa Centre Refugee Action, de Canadá.
“Con este reconocimiento, la Universidad Nacional se une a su causa, renovando su propósito de construir una sociedad más justa, inclusiva y humana, donde la migración sea sinónimo de fraternidad y esperanza, y no lo contrario”, aseguró Lomelí Vanegas, luego de entregar medalla y diploma a seis personas e instituciones.
Acompañado por la presidenta en turno de la Junta de Gobierno, Margarita Beatriz Luna Ramos; y de la secretaria General, Patricia Dolores Dávila Aranda, el rector refrendó la vocación de la Universidad Nacional con los valores de equidad, justicia y respeto.
Asimismo, expuso que la Organización Internacional para las Migraciones subraya que, aunque la migración es un motor para el desarrollo humano, enfrenta desafíos cada vez más complejos.
“Actualmente existen 281 millones de migrantes en el mundo -equivalente al 3.6 por ciento de la población mundial- y un récord de 117 millones de desplazados debido a conflictos, violencia, inestabilidad política o económica, desastres climáticos y otras causas”, dijo.
En nuestra región, el corredor migratorio entre México y Estados Unidos es el más grande del mundo, con cerca de 11 millones de personas. México también se ha consolidado como el segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial, solo después de la India.
Además, en 2022 se registraron 2.4 millones de detenciones y expulsiones en la frontera, la cifra más alta desde que hay registros. “Estas estadísticas muestran una realidad que demanda nuestra determinación y apoyo hacia quienes buscan un mejor porvenir”, agregó Lomelí Vanegas en la ceremonia efectuada en formato híbrido en el auditorio “Dr. Jorge Carpizo”, de la Coordinación de Humanidades.
En su oportunidad, Erica B. Schommer, directora de la Clínica de Migración y Derechos Humanos de la Universidad de St. Mary’s, quien ha representado a miles de personas en sus procesos migratorios, agradeció el reconocimiento de la UNAM, el cual muestra el compromiso de esta institución por responder al presente y mirar el futuro.
Expresó que se preparan para una segunda administración de Donald Trump y esperan que sus políticas migratorias sean más violentas. “Les aseguro que no nos dejaremos vencer, vamos a contestar el odio con amor; la crueldad, con la bondad”.
Añadió que en la Clínica saben que las personas migrantes no son sus enemigos, son quienes cuidan a sus hijas, hijos y adultos mayores, innovadoras de su economía, quienes enriquecen su cultura y sus comunidades. Al defenderlos, apuntó, defienden a su propio país del odio, de la xenofobia.
De igual forma, Ely Ortiz, cofundador de Águilas del Desierto, organización sin fines de lucro, que a partir de 2012 ha rescatado 850 migrantes en el desierto y recuperado los restos de 158 más, agradeció la distinción que los motiva a continuar intentando dar paz a las familias que recurren a ellos en busca de sus seres queridos.
Compartió que esta agrupación surgió de la tragedia personal, de haber perdido a su hermano y un primo, pero ahora reúne a cerca de 100 voluntarios y su trabajo es conocido en Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, El Salvador y demás naciones de Centroamérica.
Subrayó que frente a la dolorosa tragedia migrante hay que ser muy claros, y aseveró que la migración es un derecho humano, no un acto criminal. Además, urgió a cambiar la perspectiva de lo que es migrar, y reflexionar por qué se ha convertido en algo que aparentemente es “ajeno a la condición humana”.