A una semana de haber implementado los recorridos de supervisión, la Procuraduría Federal del Consumidor continuará realizando visitas a los establecimientos con el fin de monitorear que los precios de la canasta básica no incrementen de manera injustificada, esto derivado de las afectaciones que dejó el huracán John principalmente en Guerrero.
Iván Escalante, titular de la Profeco, recordó que la dependencia está para procurar y proteger los derechos e intereses de las personas consumidores, por lo que la brigada defensora de la confianza ha realizado 159 supervisiones en tortillerías, mercados públicos, tiendas departamentales, tiendas de conveniencia, pollerías y en la Central de Abasto de la entidad.
Se constató que el 90% de los establecimientos en el puerto de Acapulco y zonas aledañas se encuentran operando. Y, hasta el momento, no se han recibido quejas en contra de los proveedores de bienes, productos o servicios por alguna práctica abusiva.
Escalante explicó que las revisiones que realiza el equipo de la Profeco son para asegurar que se cumpla con lo establecido en el artículo 10 Bis de la Ley Federal de Protección al Consumidor, que menciona que “los proveedores no podrán incrementar injustificadamente precios por fenómenos naturales, meteorológicos o contingencias sanitarias”.
Por ello, exhortó a los proveedores a no aumentar los precios de los productos de la canasta básica ni de materiales de construcción ante la emergencia que está viviendo la población en el estado.
Mencionó que en caso de que alguna tienda incurra en un abuso, podría ser multada con base en lo establecido en la Ley.