Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, se declaró culpable este jueves de evasión fiscal ante una corte de Los Ángeles, eludiendo así un proceso que habría expuesto detalles íntimos de su vida privada. Biden, de 54 años, admitió no haber pagado 1,4 millones de dólares en impuestos durante la última década, mientras llevaba una vida de lujos que incluyó trabajadoras sexuales y una grave adicción a las drogas.
La defensa de Biden sorprendió al anunciar su disposición a declararse culpable de los nueve cargos de delitos fiscales justo antes de que se seleccionara el jurado, en un intento por alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para evitar el juicio y la prisión. Sin embargo, la Fiscalía rechazó el acuerdo, y Biden optó por declararse culpable de todas formas.
Esta no es la primera vez que Hunter Biden enfrenta problemas legales. A principios de este año, fue declarado culpable en un tribunal de Delaware por mentir sobre su consumo de drogas para adquirir un arma de fuego. En aquel caso, la sentencia pendiente podría alcanzar hasta 25 años de cárcel. Durante ese juicio, se revelaron aspectos controvertidos de su vida, como su adicción al crack, la ruptura de su matrimonio y su lujoso estilo de vida.
Biden justificó su decisión de declararse culpable en California como un intento de evitarle más sufrimiento a su familia. “Fui a juicio en Delaware sin darme cuenta de la angustia que eso le causaría a mi familia, y no les haré pasar de nuevo por eso”, afirmó en un comunicado.
A pesar de su confesión, Biden criticó a la Fiscalía por centrarse en “deshumanizarlo” debido a su historial de adicciones, en lugar de buscar justicia.
El juez, Mark Scarsi, fijó la fecha de sentencia para el 16 de diciembre. Hunter Biden enfrenta una posible pena de hasta 17 años de prisión, además de una multa que podría ascender a un millón de dólares.