Durante la campaña, escuchamos de la oposición acusaciones risibles en contra de nuestras y nuestros candidatos en un burdo intento de descarrilar nuestro movimiento; sin embargo, lo que no quieren entender en el PAN, PRI y PRD es que el pueblo, como dice nuestro Presidente López Obrador, es sabio y no se deja engañar por falacias absurdas; una vez más desdeñaron a las y los mexicanos que no comparten su realidad y por eso perdieron en las urnas.
Hoy, a varios días de la elección y de que se confirmara el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaum con más de 35 millones de votos, la triste triada no sabe cómo lavarse la cara y amenaza con impugnar la elección y la ocurrencia de que habrá una sobrerrepresentación en el próximo Congreso. Mil veces ridículos.
El colmo de la ironía es su llamado al voto por voto en una lamentable emulación de la campaña que impulsamos en 2006 contra lo que sí era un claro robo a la voluntad popular.
Lo que no llegan a comprender es que ese movimiento contaba con un genuino apoyo ciudadano que se mantuvo y sigue vivo al día de hoy; mientras que su frágil alianza ya no cuenta ni con su voto duro.
El pueblo se manifestó en las urnas el pasado 2 de junio, nos dio su confianza para que este Movimiento de Transformación los represente, como dice el artículo 39 de la Constitución: “La Soberanía Nacional reside esencial y originalmente en el pueblo, todo poder público emana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”.
Nuestros opositores deben entender que el pueblo tiene voz y sabe lo que quiere, confió en nosotros y no en un grupo de personas que durante mucho tiempo han votado en contra de los programas sociales o del bienestar de las y los trabajadores.
La ley es la ley, y el Artículo 54 de nuestra Carta Magna es muy claro al señalar que el límite de ocho puntos de sobrerrepresentación es por partido de forma individual, en ninguna parte se habla de coaliciones.
Hoy quieren confundir e interpretar las reglas a su favor, lamento que gente experimentada y conocedora dé esta mala argumentación y se aferre a decir que estamos sobrerrepresentados, sólo porque se ven perdidos.
Hoy, más que tratar de arrebatar a la mala, deberíamos de empezar a construir un diálogo sobre lo que viene en el Congreso, sobre lo que debemos impulsar y acordar llevar a las cámaras las reformas que el pueblo necesita, porque para eso estaremos ahí, para representarlos y defender sus derechos.Asumamos cada quien con responsabilidad el mandato popular; nosotros vamos a asumir la enorme, histórica y honrosa responsabilidad que nos dio el pueblo de México y lo vamos a hacer de frente a esas mujeres y hombres que nos dieron su voto, lo haremos con contundencia.