El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió la autoría de dos explosiones que tuvieron lugar ayer durante la conmemoración de la muerte de un destacado general de la Guardia Revolucionaria iraní, Qasem Soleimaní a manos de Estados Unidos, y en la que fallecieron al menos 84 personas e hirió a más de 200.
Dicho atentado tuvo lugar en un cementerio de la localidad de Kerman, en el centro de Irán, y el grupo terrorista confirmó, a través de un comunicado difundido en su canal de Telegram, que dos de sus hombres detonaron los chalecos explosivos que llevaban adosados al cuerpo “en medio de un grupo grande de renegados”.
Por su parte, las autoridades de la República Islámica aseguraron que los “perpetradores” del ataque serán detenidos por las fuerzas de seguridad e Inteligencia y que quienes los apoyen “temerán la ira de la nación iraní”.