El oro cerró abril con una ganancia mensual del 5.45%, cotizando en 3,293.93 dólares por onza, y marcando su cuarto mes consecutivo al alza, con un aumento acumulado del 25.51% en ese periodo. Además, durante el mes, el metal alcanzó un nuevo récord histórico de 3,500.1 dólares por onza, impulsado por su demanda como activo refugio ante la creciente incertidumbre económica y geopolítica.
La divisa estadounidense perdió 3.95% en abril, su peor desempeño desde noviembre de 2022, debido a las presiones del presidente Donald Trump para que la Reserva Federal recorte tasas de interés y su retórica proteccionista.
El 2 de abril, Trump impuso aranceles recíprocos a múltiples países, incluyendo un 145% a productos chinos, mientras que China respondió con 125% a bienes estadounidenses, elevando el riesgo de recesión.
El PIB de EU se contrajo 0.27% en el primer trimestre, la primera caída desde 2022. El FMI y la OMC recortaron pronósticos de crecimiento global, anticipando una contracción del comercio mundial en 2025.
Mientras el oro brilló, otros metales enfrentaron presiones, la plata cayó 4.48% en abril, cerrando en 32.5585 dólares/oz, afectada por temores a una reducción en la demanda industrial; en tanto que el paladio y el platino también retrocedieron por su vinculación con la manufactura, sector vulnerable en un escenario recesivo.