Unas 250 mil personas rindieron homenaje al Papa Francisco durante los tres días de capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, que concluyeron este viernes antes del funeral. El féretro del primer pontífice latinoamericano fue cerrado en una ceremonia privada liderada por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, quien cubrió su rostro con un velo de seda blanca, roció agua bendita y colocó en el ataúd una bolsa con monedas y medallas acuñadas durante su pontificado.
Durante el ritual, se leyó el Rogito, un documento oficial que resume su legado y que fue depositado en un tubo metálico dentro del féretro. “Fue un pastor simple y muy amado”, destacó el texto. Con este acto, su rostro quedó cubierto para siempre, después de que miles de fieles tuvieran la última oportunidad de verlo entre el miércoles y el viernes, en jornadas que se extendieron hasta altas horas de la madrugada.
La cifra superó los 195 mil asistentes que acudieron a la capilla ardiente de su predecesor, Benedicto XVI, en 2022.
Más de 50 jefes de Estado electos y 10 monarcas confirmaron su asistencia al funeral, que se celebrará este sábado en la Plaza de San Pedro a partir de las 10:00 horas (08:00 GMT). Entre las figuras destacadas se encuentran los presidentes Javier Milei (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Donald Trump (EU), quienes aprovecharán el viaje para sostener reuniones bilaterales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a Roma con tiempo para visitar la capilla ardiente. Las delegaciones oficiales ocuparán el lado derecho de la plaza, con Milei y el presidente italiano, Sergio Mattarella, en la primera fila, seguidos por monarcas como Felipe VI de España y otros mandatarios en orden alfabético según el francés.