Alrededor de medio millón de palestinos han tenido que huir de sus hogares en la Franja de Gaza desde que se reanudaron los bombardeos israelíes tras el fin del último alto al fuego, informó este miércoles la portavoz del secretario general de la ONU, Stéphanie Tremblay.
Se calcula que desde el 18 de marzo, 500 mil personas han sido desplazadas, según estimaciones de socios humanitarios de la ONU. Muchos de ellos ya habían sido desplazados previamente durante los meses anteriores de conflicto. La Franja de Gaza, con una población de más de 2 millones, enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes.
“La situación es devastadora. La mayoría de los gazatíes no tienen un lugar seguro adónde ir”, señaló Tremblay en conferencia de prensa.
El último cese al fuego temporal, que permitió la entrada limitada de ayuda humanitaria, terminó hace dos semanas, dando paso a una nueva escalada militar. Las autoridades israelíes justifican las operaciones como respuesta a ataques de grupos armados palestinos, mientras organizaciones internacionales denuncian el colapso de servicios básicos como agua, alimentos y atención médica.
La ONU y otras agencias humanitarias han pedido acceso sin restricciones para llevar asistencia a la población civil, así como un nuevo alto al fuego que evite más víctimas. Sin embargo, las negociaciones diplomáticas siguen estancadas.
Mientras tanto, miles de familias gazatíes continúan huyendo bajo bombardeos, muchas de ellas por segunda o tercera vez, en medio de una guerra que ya cumple más de cinco meses.
