El presidente Donald Trump afirmó este jueves que algunos migrantes en situación irregular empleados en sectores como la agricultura y la hostelería podrían “salir y regresar como trabajadores legales” a Estados Unidos, como parte de una nueva política migratoria que combina medidas restrictivas con flexibilizaciones selectivas.
Durante una reunión en la Casa Blanca, el mandatario republicano anunció el inicio de una “gran operación de autodeportación”, reforzando su cruzada contra la migración ilegal, a la que calificó nuevamente de “invasión”. Sin embargo, señaló que su gobierno trabajará con aquellos migrantes que decidan salir “de buena manera” para facilitar su eventual regreso legal.
Trump eliminó la aplicación CBP One, implementada por el ex presidente Joe Biden, que permitía a los migrantes solicitar citas en puertos de entrada para ingresar legalmente al país. Según datos oficiales, más de 900.000 personas utilizaron este sistema. En su lugar, su administración lanzó CBP Home, una plataforma que promueve la “autoexpulsión” de indocumentados.
A pesar de su discurso duro contra la migración irregular, el presidente dejó abierta la puerta a regularizaciones parciales, especialmente en sectores que enfrentan escasez de mano de obra. “Trabajaremos con ellos para que, si salen voluntariamente, puedan regresar legalmente”, aseguró.
La medida llega en un contexto de creciente presión de empresarios y legisladores de ambos partidos. A finales de marzo, un grupo bipartidista de congresistas y líderes empresariales envió una carta a la Casa Blanca pidiendo permisos de trabajo para migrantes sin antecedentes penales, argumentando que sin ellos, Estados Unidos podría perder su posición como primera economía mundial.