Al menos 124 personas fallecieron tras el derrumbe del techo de la discoteca Jet Set en Santo Domingo durante un concierto del icónico cantante de merengue Rubby Pérez, quien también perdió la vida en el incidente. Las labores de rescate continúan, pero las esperanzas de hallar más supervivientes disminuyen, según confirmaron las autoridades este miércoles.
Decenas de familiares se agolparon en hospitales, morgues y una carpa improvisada donde se publicó una lista parcial de víctimas, en medio de la desesperación por encontrar a sus seres queridos.
Más de 300 rescatistas, apoyados por brigadas de Puerto Rico e Israel, trabajan sin descanso entre los escombros de ladrillos, láminas de zinc y vigas de acero. Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), informó que no se han encontrado supervivientes desde las 3:00 p.m. del martes, pero señaló: “Todavía nos quedan de 24 a 36 horas más de trabajo. La esperanza es lo último que se pierde”.
Además de Rubby Pérez—cuya música marcó una era en el merengue con éxitos como “Volveré”—; la tragedia cobró la vida de Nelsy Cruz, gobernadora de Monte Cristi; y Octavio Dotel y Tony Blanco, exbeisbolistas de Grandes Ligas. La MLB emitió un comunicado expresando su “profunda tristeza”. Artistas como Wilfrido Vargas, Gilberto Santa Rosa y Olga Tañón rindieron homenaje al fallecido cantante.
La discoteca, con capacidad para 1,700 personas, no había reportado problemas estructurales previos. Jet Set aseguró que colabora “de forma total y transparente” con las investigaciones. Mientras tanto, el gobierno dominicano declaró tres días de duelo nacional y habilitó bancos de sangre para atender a los heridos.