La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó los Funerales de Estado dedicados al último tlatoani mexica Cuauhtémoc a 500 años de su asesinato, señalando que el legado de la civilización mexica permanece como parte de la búsqueda de erradicar el racismo instaurado en la Colonia y reivindicar a los pueblos originarios.
Sheinbaum dijo que los mexicanos nos reconocemos en Cuauhtémoc, “incluso en las situaciones más adversas, en los momentos más difíciles no nos rendimos y encontramos la fuerza para seguir manteniendo nuestros principios de libertad, de justicia, de soberanía y de independencia” señaló.
Durante una ceremonia realizada en el Zócalo de la Ciudad de México, en la que se podía observar una representación fúnebre mexica y en la que estuvieron decenas de actores y más de 300 integrantes del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, la presidenta y representantes del Gobierno federal destacaron la trascendencia del guerrero prehispánico.

“Hoy decimos ‘joven, abuelo, escúchanos loarte, escúchanos’ rendirte honores de Estado, que tu altura moral y patriótica merece. Hoy, a 500 años de tu ejecución, renovamos nuestra admiración y respeto por tu vida dedicada a la defensa digna de tu pueblo”, dijo la mandataria mexicana.
En el evento también se pudo observar a miembros del Poder Legislativo; la jefa de Gobierno capitalino, Clara Brugada; alumnos de primaria y secundaria; y representantes de pueblos y barrios originarios de la capital del país; quienes realizaron Honores Fúnebres de Estado, donde se montó una guardia de honor presidida por Sheinbaum Pardo; se detonó salva de artillería y toque militar de ”silencio”.

“Cuando Cuauhtémoc no tuvo más remedio que pedir la rendición de su pueblo, encontró las palabras precisas para brindarles consuelo y esperanza en el futuro: ‘nuestro sol se ocultó, nuestro sol desapareció su rostro y en completa oscuridad nos ha dejado, pero sabemos que otra vez volverá, que otra vez saldrá, y nuevamente nos alumbrará. Hoy, Cuauhtémoc nos brinda el sol que nos alumbra”, dijo Claudia Sheinbaum en su discurso de remembranza al tlatoani, cuyo nombre en náhuatl significa “águila que desciende” o “sol que desciende”.
