La balanza de pagos de México para el 2024 reflejó una caída en la inversión extranjera directa (IED) del cuarto trimestre, la cual se ubicó en 676.48 millones de dólares, una disminución del 45.26% en comparación con el mismo periodo del 2023, según cifras revisadas. Este es el menor flujo de inversión para un cuarto trimestre desde 1985.
A pesar de este resultado, la IED anual sumó 36,872.43 millones de dólares, lo que representó un leve crecimiento del 1.11% respecto al 2023. Dentro de la composición de esta inversión, las nuevas inversiones cayeron un 39.27%, mientras que la reinversión de utilidades y las cuentas entre compañías aumentaron 7.77% y 8.32%, respectivamente.
La reinversión de utilidades representó el 77.86% de la IED en 2024, seguida de las cuentas entre compañías con un 13.54%, y las nuevas inversiones con solo un 8.59%, la menor proporción registrada hasta la fecha. Para el primer trimestre del 2025, se prevé que los flujos de IED sean aún más desfavorables debido a la incertidumbre generada por la posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, lo que ha frenado la llegada de capitales e incentivado la repatriación de fondos.
En cuanto a la inversión de cartera, el cuarto trimestre de 2024 registró una salida de capitales de 6,497.82 millones de dólares, sumando tres trimestres consecutivos de desinversión. Durante todo el año, la salida de capitales de cartera alcanzó los 7,567.16 millones de dólares, consolidando cinco años seguidos de retiros de inversión desde 2020. En este periodo, las salidas sumaron un total de 75,834.58 millones de dólares, con la mayor parte concentrada en 2020 y 2021.
No obstante, los datos del primer trimestre de 2025 podrían mostrar cifras menos negativas en inversión de cartera. En la última subasta de valores gubernamentales, se observó una mayor demanda por instrumentos de largo plazo, lo que sugiere una menor percepción de riesgo sobre México y la expectativa de nuevos recortes en la tasa de interés por parte del Banco de México. Sin embargo, la posible imposición de aranceles por parte de Donald Trump podría revertir esta tendencia y aumentar la aversión al riesgo, presionando al alza la tasa de financiamiento del gobierno.
