El comercio minorista en México ha experimentado un preocupante retroceso en 2024, con una caída acumulada del 0.84%, según cifras ajustadas por estacionalidad. Este dato, publicado por el INEGI en su Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (EMEC), contrasta fuertemente con los crecimientos observados en años anteriores, y enciende las alarmas sobre una posible recesión económica.
Excluyendo el año 2020, marcado por la pandemia de COVID-19, la contracción del comercio minorista en 2024 es la más profunda desde 2009, cuando la economía mexicana aún se recuperaba de la crisis financiera global. Este desplome refleja un debilitamiento del consumo, en línea con la desaceleración del Indicador de Consumo Privado, también publicado por el INEGI.
Este indicador, sumado al resultado negativo del Indicador Oportuno de Actividad Económica (IOAE) publicado el martes, aumenta la probabilidad de que la economía mexicana haya entrado en una fase recesiva al cierre de 2024, y que se materialice el riesgo de una recesión moderada a inicios de 2025. Las publicaciones de mañana sobre la revisión del PIB del cuarto trimestre y del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de diciembre serán cruciales para confirmar esta tendencia.
En cuanto a las cifras mensuales, las ventas minoristas crecieron apenas un 0.06% en diciembre, el menor crecimiento desde la contracción de 0.25% registrada en octubre de 2024. Al comparar con diciembre de 2023, se observa una contracción del 0.63% anual, siendo el séptimo mes consecutivo de retroceso.