El presidente de Estados Unidos, Donald Trump oficializó este lunes la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, cumpliendo así una de sus promesas económicas más controvertidas.
Desde el Despacho Oval, Trump firmó las órdenes ejecutivas que establecen estas tarifas y destacó la simplificación del esquema arancelario. “Hoy simplificamos nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio”, afirmó el mandatario. Además, enfatizó que la medida no contempla excepciones ni exenciones para ningún país o sector.
Durante el anuncio, Trump también dejó entrever la posibilidad de futuras tarifas adicionales sobre otros sectores estratégicos. “Es un 25%, sin excepciones ni exenciones”, reiteró, agregando que su administración podría aplicar gravámenes a productos como automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
La decisión ha generado reacciones mixtas a nivel internacional, con algunos aliados comerciales expresando su preocupación por el impacto en las relaciones comerciales y el equilibrio del mercado global. Por su parte, sectores industriales dentro de Estados Unidos han manifestado tanto apoyo como inquietud ante los posibles efectos de estas medidas en la economía nacional.