SoftBank, el conglomerado tecnológico japonés liderado por Masayoshi Son, se prepara para realizar una inversión histórica en Estados Unidos. Según fuentes cercanas a la compañía, este lunes se anunciará un plan de inversión de 100.000 millones de dólares para los próximos cuatro años en el país norteamericano.
Esta noticia se produce en un momento en que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Japón se encuentran en un punto de inflexión. La inversión de SoftBank podría fortalecer estos lazos y contribuir al crecimiento económico de ambos países.
El anuncio oficial se realizará en un evento conjunto entre Masayoshi Son y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la residencia de Mar-a-Lago, en Florida. Esta elección de lugar no es casual, ya que simboliza la estrecha relación entre ambos líderes.
Con esta inversión, SoftBank busca consolidar su posición como uno de los principales inversores a nivel mundial en tecnología y startups. La compañía japonesa ha demostrado a lo largo de los años una gran capacidad para identificar y respaldar empresas con alto potencial de crecimiento, como Alibaba y Yahoo.
Masayoshi Son ha expresado en repetidas ocasiones su optimismo respecto al futuro de la inteligencia artificial, y esta inversión podría ser una apuesta por el desarrollo de esta tecnología en Estados Unidos. El empresario japonés aseguró que la “superinteligencia artificial” llegará en una década y que traerá consigo nuevas formas de invertir y de generar riqueza.
SoftBank ya tiene un historial de grandes inversiones en Estados Unidos. En 2016, la compañía anunció un plan de inversión de 50.000 millones de dólares en el país, una cifra que ahora se duplica. Sin embargo, no todas las inversiones de SoftBank han sido exitosas. El fondo Vision Fund, creado para realizar grandes apuestas en empresas tecnológicas, sufrió algunas pérdidas importantes, como en el caso de WeWork.
La inversión de SoftBank en Estados Unidos tendrá un impacto significativo en ambos países. Por un lado, impulsará la creación de empleo y la innovación en sectores clave como la tecnología, la energía y la salud. Por otro lado, fortalecerá los lazos comerciales y económicos entre Japón y Estados Unidos.