A 11 días de que el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol intentara de forma fallida instaurar la ley marcial, el Parlamento de ese país destituyó este sábado al primer mandatario, en medio de una crisis política inédita.
De los 300 diputados de la cámara, 204 votaron a favor de la destitución por insurrección; 85 lo hicieron en contra, también hubo tres abstenciones y ocho votos nulos.
Yoon Suk Yeol anunció que se retirará temporalmente de la política, tras la aprobación parlamentaria de su remoción del cargo. En un discurso televisado, Yoon expresó su frustración por los eventos recientes, pero subrayó la necesidad de cambiar el tono político en el país.
“Me siento profundamente frustrado (…) pero ahora debo dar un paso al costado por un tiempo”, declaró Yoon, visiblemente afectado por la situación. En sus palabras, instó a la clase política y a la ciudadanía a superar lo que calificó como “la política de los excesos y la confrontación”.
El Parlamento surcoreano aprobó la destitución de Yoon Suk Yeol en medio de un ambiente de polarización política. Aunque los detalles que llevaron a la decisión no se especificaron en el discurso, la medida refleja tensiones entre las distintas facciones políticas del país.